La palabra menopausia proviene de la raíz griega men, que significa “mes”, y pausis que significa pausa o cese.

Es una etapa normal de la vida y ocurre cuando los ciclos menstruales se terminan y el embarazo deja de ser posible. En términos médicos, es la desaparición de los períodos menstruales durante al menos 12 meses. Se produce porque los ovarios de la mujer dejan de producir las hormonas estrógeno y progesterona. La edad promedio de la menopausia es de 50 años.

Entre 4 y 6 años antes de la menopausia ( sobre los 45 años aproximadamente ) los niveles de estrógenos empiezan a descender poco a poco. Esto provoca una serie de cambios y síntomas que avisan de que el cuerpo está cambiando y preparándose para el final de su etapa fértil. Es la llamada premenopausia y en ella empiezan a aparecer algunos síntomas que con la menopausia se acentuarán. Los principales síntomas de la premenopausia son: los ciclos menstruales se hacen más cortos, retrasos o ausencias de la menstruación, cambios en los sangrados, cambios de humor, llegada de los primeros sofocos, sudoraciones nocturnas, baja calidad de sueño, sequedad vaginal, piel seca.

Entre los principales síntomas físicos de la menopausia podemos citar: sofocos y sudoraciones, pérdida de masa ósea, sequedad vaginal, dolores de cabeza, aumento de peso, pechos hinchados y doloridos.

Los sofocos son el síntoma climatérico más común ya que afectan a entre el 60% y el 80 % de las mujeres, principalmente en los primeros dos años de la menopausia. Persisten en un 25 % a los 5 años y en un 10 % a los 10 años. Son una sensación de calor intenso que puede durar de uno a treinta minutos. Puede ser acompañados por un enrojecimiento en la piel y sudores en el cuerpo y la cara. También pueden aparecer por la noche provocando insomio.

Los síntomas de la menopausia tienen una duración variable. Según las características personales de cada mujer y sus hábitos diarios pueden durar desde meses hasta varios años.